Traducido al cristiano y con un ejemplo:
Una casa comprada hace año y medio por 180.000 euros, para la que recibió un préstamo de 190.000, gracias a una tasación de 200.000 euros. Ese ciudadano puede encontrarse con que el banco decida hacer otra tasación de ese piso -curiosamente las entidades financieras suelen tener sus propias tasadoras- y que ésta arroje un resultado de 160.000 euros.El hipotecado se enfrentaría a la devolución de un préstamo de 190.000 euros más intereses, por una casa que vale 160.000. Ante situaciones similares producidas años atrás en países del entorno español, como el Reino Unido, muchas familias optaron por dejar de pagar la hipoteca.
Como véis, los bancos se las saben todas, y ante situaciones de poca prudencia (achacables a los mismos bancos al conceder esas hipotecas por un valor tan alto) ahora le echan la culpa al hipetecado y le exigen mayor aval.
Esto si que es tener cara.... sobre todo cuando se supone que es un "gobierno de izquierdas" justo el que intercede a favor de la banca...(Via El Mundo)
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