
Al pobre hombre no se le ocurrió otra cosa que trabajar como investigador en la Universidad de Santiago de Compostela, bajo el programa Ramón y Cajal. Y digo esto, porque el pobre Ernesto, tiene la desdicha de que se le dio por estudiar dos carreras, química y matemáticas. No contento con eso, se le dio por publicar trabajos científicos sobre sistemas complejos en diversos medios, alternando las publicaciones de matemáticas, con las de qúimica o fisica.
Y claro, eso que se llama interdisciplinariedad, en España está muy mal visto. Los hechos lo demuestran: el Ministerio de Ciencia y Tecnologia (que se jacta de apostar por el futuro y apoyar fastuosos programas de I+D+i) le acaba de denegar el acceso a las ayudas I3, precisamente por eso: Su interdisciplinariedad.
No se les ocurrio otra cosa que afirmar que el curriculum del señor Ernesto era "muy disperso".
Pero no hay problema, porque los cientificos que despreciamos en España, son contratados al día siguiente por la Universidad de Strathcly, para dirigir el Instituto Escocés para el Estudio de Sistemas Complejos.
Vivir para ver... y mientras tanto, en el Ministerio de Educacion se les llena la boca de palabras grandilocuentes....
(Via El Correo Gallego)
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