
En concreto se trata de las plantillas de Abbey, Alliance&Leicester y Bradford&Bingley, que tras la compra por el "gigante" español, verán recortadas sus plantillas en un intento de reducir costes operativos en unos 200 millones de Euros.
Según afirma Santander, sólo se suprimirán empleos en administración, asi como en las oficinas operativas y de dirección, pero no se descarta reagrupar ciertas actividades. Vamos, lo típico cuando se compra una entidad por otra: Se reagrupan plantillas y se reescalan sucursales.
(Via El Mundo)
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