
En un ambiente como el actual, donde las ventas caen en picado, seguir produciendo como antaño es una medida sin sentido, por lo que a las grandes compañías automovilisticas sólo les queda ajustar la producción a la demanda existente.
Lamentablemente ese "ajuste" suele traducirse en despidos, como los 3.100 que acaba de anunciuar Honda en Japón. Se despedirán (en el pais del pleno empleo) a los trabajadores eventuales de la compañía, así como se producirán serios ajustes en la producción de coches.
(Via El Economista)
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